Cumplir 50 no pueden pasar por ser un cumpleaños mas, y Rosa tuvo la ocurrente idea de regalar unas galletas a Charo para esta ocasión, con la intención de sorprenderla. Regalando a cada uno de los invitados un recuerdo dulce de este día.
Gracias como siempre a nuestra tía Rosa, y desde este blog te mandamos otro beso muy grande.
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